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Más sumisión a la Otan, dinero público para la banca y jóvenes amenazados por la educación clerical

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ota será, a partir de 2013, una de las bases navales fundamentales en el sistema de defensa antimisil que la OTAN y Estados Unidos esperan desarrollar “para contrarrestar amenazas balísticas de países como Irán o Corea del Norte”, tras el reciente “acuerdo” alcanzado entre España y Estados Unidos. En virtud del documento suscrito, Washington desplegará cuatro buques dotados con el sistema de defensa AEGIS y 1.100 militares en la base naval gaditana. “Rota se va a convertir en un punto de apoyo a estos barcos para que puedan integrarse en fuerzas multinacionales o lleven a cabo misiones de la OTAN en aguas internacionales, particularmente en el Mediterráneo, misiones de vigilancia, de seguridad”, ha señalado, con ánimo tranquilizador, el presidente del Gobierno español.
  Rodríguez Zapatero también ha recordado que el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) que acogerá la Base de Torrejón de Ardoz (Madrid) en la nueva reforma de estructura y mando de la Alianza, junto con el que tendrá la base alemana de Uedem, “va a formar parte del sistema de mando y control aéreo en el que se integrará la defensa antimisil que la Alianza pondrá en marcha”. Por supuesto, advierte una vez más de que tendrá “carácter disuasorio, únicamente defensivo” y que, por tanto, “no va dirigido contra nadie”. Una nueva dosis del “OTAN, de entrada NO”.
Es el penúltimo regalito que les hace a los amos el secretario general del PSOE, convertido más que nunca en una patética marioneta con las articulaciones descoyuntadas. Hasta fin de año aún le queda tiempo para ofrecer más pruebas de su guiñolesca sumisión a los yanquis, la Banca y la Iglesia.
Poco después de iniciar su primer mandato, el político leonés incrementó las prebendas de la Iglesia católica y los ingresos del clero a cargo del erario público, con mayor generosidad que el propio José María Aznar. Después de la obligada retirada de las tropas españolas de Irak, nos introdujo en todas las guerras auspiciadas por los estadounidenses y la OTAN, y en materia económica, se arrojó en manos de la Banca y ese omnímodo y topoderoso ente definido como “los mercados”.
  Después de hacer todo ese trabajo sucio, Zapatero pasará a la Historia como el presidente de Gobierno más pusilánime e inepto del posfranquismo y en las próximas elecciones su partido va a ser arrollado por la “derecha” oficial, que continuará con la misma política que el PSOE ha desarrollado. Las luchas populares en la calle han empezado ya, y con Rajoy en La Moncloa, el enemigo –que solo cambia de siglas- va a estar más claro para algunos.
La brutal pelea que mantienen los enriquecidos funcionarios del partido saliente por situarse en los primeros puestos de las listas electorales, para no verse alejados del reparto de dinero público, ofrece una buena muestra del envilecimiento que caracteriza la política institucional del Estado español. Algunos seguirán facturando en cualquiera de los infinitos organismos públicos inoperantes creados exclusivamente para dar multimillonario cobijo a los mejor recomendados.
Mientras tanto, en plena crisis, con gran parte de la población cada vez más estrangulada económicamente, continúa la pedrea de premios de todo tipo. Por cierto, el fraude que suponía la salida a Bolsa de Loterías y Apuestas del Estado, que aspiraba a ser la mayor oferta pública de venta (OPV) de acciones en la historia de España, se ha desbaratado. El Gobierno pretendía saldar este organismo público de manera escandalosa, por 7.000 millones de euros, una cantidad inferior a la que los sorteos proporcionan al Estado en solo tres años. La operación se tuvo que abortar porque los posibles compradores, insaciables, pretendían desembolsar aún menos por esa bicoca.
  Pero volviendo a la pedrea de todos los días, un dato anecdótico: el Ministerio del Interior ha vuelto a batir su propio récord en la concesión de medallas con motivo del Día de la Policía. En esta ocasión han sido 3.774 entre cruces rojas (121) y blancas (3.653). El agraciado con la cruz roja tiene derecho a una pensión vitalicia por el 10% de su salario base más trienios. La historia se repite sin que los ministros de turno hayan hecho nada por derogar una ley franquista de 1964  a la que el ministerio recurre para elegir a los condecorados. Entre los agraciados esta vez, por ejemplo, el presidente de Abertis, los directores de seguridad de los centros comerciales de La Vaguada y Alcampo de Moratalaz, el responsable del Parque Automovilístico de la Casa del Rey…
  En cambio, los recortes presupuestarios hacen estragos en la sanidad y la educación. Como vemos en este número de EL OTRO PAÍS, la Comunidad de Madrid, presidida por Esperanza Aguirre, está al frente de esa política de agresiones, mientras se incrementan las ayudas a los centros privados de carácter religioso. El pasado mes de agosto vimos Juan Carlos I, jefe de un Estado laico, hacer la genuflexión ante el Papa de Roma, y banqueros como Botín y Rodrigo Rato apoyaron abiertamente la Jornada Mundial de la Juventud. Los hechiceros están cada vez más desatados y piden carne joven para alimentar la industria de la irracionalidad. Hay que parar a toda costa la ofensiva clerical contra la escuela pública.
Más sumisión a la Otan, dinero público para la banca y jóvenes amenazados
por la educación clerical

Rota será, a partir de 2013, una de las bases navales fundamentales en el sistema de defensa antimisil que la OTAN y Estados Unidos esperan desarrollar “para contrarrestar amenazas balísticas de países como Irán o Corea del Norte”, tras el reciente “acuerdo” alcanzado entre España y Estados Unidos. En virtud del documento suscrito, Washington desplegará cuatro buques dotados con el sistema de defensa AEGIS y 1.100 militares en la base naval gaditana. “Rota se va a convertir en un punto de apoyo a estos barcos para que puedan integrarse en fuerzas multinacionales o lleven a cabo misiones de la OTAN en aguas internacionales, particularmente en el Mediterráneo, misiones de vigilancia, de seguridad”, ha señalado, con ánimo tranquilizador, el presidente del Gobierno español.
  Rodríguez Zapatero también ha recordado que el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) que acogerá la Base de Torrejón de Ardoz (Madrid) en la nueva reforma de estructura y mando de la Alianza, junto con el que tendrá la base alemana de Uedem, “va a formar parte del sistema de mando y control aéreo en el que se integrará la defensa antimisil que la Alianza pondrá en marcha”. Por supuesto, advierte una vez más de que tendrá “carácter disuasorio, únicamente defensivo” y que, por tanto, “no va dirigido contra nadie”. Una nueva dosis del “OTAN, de entrada NO”.
Es el penúltimo regalito que les hace a los amos el secretario general del PSOE, convertido más que nunca en una patética marioneta con las articulaciones descoyuntadas. Hasta fin de año aún le queda tiempo para ofrecer más pruebas de su guiñolesca sumisión a los yanquis, la Banca y la Iglesia.
  Poco después de iniciar su primer mandato, el político leonés incrementó las prebendas de la Iglesia católica y los ingresos del clero a cargo del erario público, con mayor generosidad que el propio José María Aznar. Después de la obligada retirada de las tropas españolas de Irak, nos introdujo en todas las guerras auspiciadas por los estadounidenses y la OTAN, y en materia económica, se arrojó en manos de la Banca y ese omnímodo y topoderoso ente definido como “los mercados”.
  Después de hacer todo ese trabajo sucio, Zapatero pasará a la Historia como el presidente de Gobierno más pusilánime e inepto del posfranquismo y en las próximas elecciones su partido va a ser arrollado por la “derecha” oficial, que continuará con la misma política que el PSOE ha desarrollado. Las luchas populares en la calle han empezado ya, y con Rajoy en La Moncloa, el enemigo –que solo cambia de siglas- va a estar más claro para algunos.
La brutal pelea que mantienen los enriquecidos funcionarios del partido saliente por situarse en los primeros puestos de las listas electorales, para no verse alejados del reparto de dinero público, ofrece una buena muestra del envilecimiento que caracteriza la política institucional del Estado español. Algunos seguirán facturando en cualquiera de los infinitos organismos públicos inoperantes creados exclusivamente para dar multimillonario cobijo a los mejor recomendados.
Mientras tanto, en plena crisis, con gran parte de la población cada vez más estrangulada económicamente, continúa la pedrea de premios de todo tipo. Por cierto, el fraude que suponía la salida a Bolsa de Loterías y Apuestas del Estado, que aspiraba a ser la mayor oferta pública de venta (OPV) de acciones en la historia de España, se ha desbaratado. El Gobierno pretendía saldar este organismo público de manera escandalosa, por 7.000 millones de euros, una cantidad inferior a la que los sorteos proporcionan al Estado en solo tres años. La operación se tuvo que abortar porque los posibles compradores, insaciables, pretendían desembolsar aún menos por esa bicoca.
Pero volviendo a la pedrea de todos los días, un dato anecdótico: el Ministerio del Interior ha vuelto a batir su propio récord en la concesión de medallas con motivo del Día de la Policía. En esta ocasión han sido 3.774 entre cruces rojas (121) y blancas (3.653). El agraciado con la cruz roja tiene derecho a una pensión vitalicia por el 10% de su salario base más trienios. La historia se repite sin que los ministros de turno hayan hecho nada por derogar una ley franquista de 1964  a la que el ministerio recurre para elegir a los condecorados. Entre los agraciados esta vez, por ejemplo, el presidente de Abertis, los directores de seguridad de los centros comerciales de La Vaguada y Alcampo de Moratalaz, el responsable del Parque Automovilístico de la Casa del Rey…
  En cambio, los recortes presupuestarios hacen estragos en la sanidad y la educación. Como vemos en este número de EL OTRO PAÍS, la Comunidad de Madrid, presidida por Esperanza Aguirre, está al frente de esa política de agresiones, mientras se incrementan las ayudas a los centros privados de carácter religioso. El pasado mes de agosto vimos Juan Carlos I, jefe de un Estado laico, hacer la genuflexión ante el Papa de Roma, y banqueros como Botín y Rodrigo Rato apoyaron abiertamente la Jornada Mundial de la Juventud. Los hechiceros están cada vez más desatados y piden carne joven para alimentar la industria de la irracionalidad. Hay que parar a toda costa la ofensiva clerical contra la escuela pública.