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La izquierda abertzale, frente a la sentencia del caso Bateragune

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Arnaldo Otegi y Rafa Diez han sido condenados a 10 años de prisión cada uno Y Miren Zabaleta, Arkaitz Rodriguez y Sonia Jacinto a 8 años cada uno.

  En primer lugar, queremos enviar un caluroso y sentido saludo a Arnaldo, Sonia, Arkaitz y a Miren, así como al resto de compañeros y compañeras que conforman el Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos. La sentencia dada a conocer hoy por la
Audiencia Nacional española es, a ojos de nuestro pueblo, inaceptable e incompresible, además de totalmente escandalosa. La mayoría de la ciudadanía vasca, así como los agentes políticos, sociales y sindicales del país así lo entienden. Esta sentencia provoca indignación en Euskal Herria y no hace sino ampliar y profundizar la grieta entre Euskal Herria y el Estado español.
  La operación policial de octubre del 2009, los encarcelamientos posteriores y la sentencia dada a conocer hoy tienen como objetivo imposibilitar el debate y cambio estratégico de la Izquierda Abertzale. Como es evidente, no lo han logrado. Ni lo lograran. La voluntad y esfuerzo de las compañeras y compañeros que hoy han sido condenados, junto con la aportación de la militancia independentista, han hecho posible la nueva situación política que vivimos en Euskal Herria. Y la sentencia de hoy trae consigo la respuesta de Madrid a la nueva situación política: más rodillo represivo.
  Madrid quiere, con esta sentencia, enviar un mensaje a este pueblo: yo no voy a cambiar de actitud, voy a continuar con la represión, con la vulneración de derechos y con la imposición. Pero Madrid debe saber que su estrategia no se entiende, no se comparte y es absolutamente perdedora en nuestro país. Tanto la operación policial de 2009 como el juicio y la sentencia tienen unos evidentes responsables políticos: el PSOE y el PP.
 manifestacion_sentencia_caso_bateragune.jpg Tenemos que situar el juicio y la sentencia dentro de la actitud boicoteadora que ambos partidos han mantenido a lo largo de los últimos meses. Ambas formaciones han desarrollado una política claramente saboteadora respecto a la nueva era abierta en Euskal Herria. La sentencia de hoy es un claro ejemplo de ello. Pese a que el sello se lo haya puesto la Audiencia Nacional, la base de la sentencia está en la estrategia política que para con nuestro pueblo desarrollan PSOE y PP: han respondido afilando las herramientas represivas para intentar truncar la nueva situación.
  Esta sentencia es el último paso dado en esta estrategia. Al fin y al cabo, nos encontramos ante una sentencia política para un juicio político. Pero, ¿a que viene esta barbaridad jurídica? El cambio estratégico de la Izquierda Abertzale ha tenido dos consecuencias directas en muy poco tiempo: por un lado, ha recibido un gran apoyo popular; por otro, ha dejado al descubierto la actitud negacionista y antidemocrática del Estado español.
A día de hoy, nuestro pueblo percibe con más nitidez que nunca por qué y para qué utiliza el Estado español el rodillo represivo: el Estado carece de oferta democrática para Euskal Herria e intenta disimular su debilidad mediante la utilización de la violencia. Hoy en día, únicamente el Estado español utiliza la violencia contra la ciudadanía vasca. Esa actitud deja al Estado sin legitimidad ante el pueblo vasco.
  El Estado español esta resultando perdedor en el debate político. Aunque pretenda esconder mediante la utilización de la violencia y la amenaza su falta de oferta, propuesta o alternativa, el Estado español esta perdiendo posiciones a pasos agigantados en Euskal Herria, día a día. El proyecto de la Izquierda Abertzale, sin embargo, ha obtenido centralidad política gracias al apoyo popular masivo. Los tiempos de la negación y la imposición están llegando a su fin; en Euskal Herria se esta abriendo, estamos abriendo, la era de la democracia y la aceptación de los derechos nacionales, colectivos e individuales.
  Esta condena demuestra la verdadera amenaza y agresión del Estado español, pero no únicamente contra la Izquierda Abertzale, si no contra toda la ciudadanía y los agentes políticos, sindicales y sociales que han hecho una apuesta por impulsar la solución y la democracia en Euskal Herria. Ahí quiere golpear la sentencia, en el cambio.
  El Estado pretende insinuar que, se haga lo que se haga, en Euskal Herria, siempre se topara con el rodillo represivo. El Estado pretende generar frustración. Pero no hay lugar para la frustración, no cuando este pueblo está dando grandes pasos en la conquista de un escenario democrático. La respuesta, en consecuencia, ha de ser acorde al tamaño de la agresión. Debemos responder al rodillo de la negación y la represión profundizando en el camino de la democracia que como pueblo nos corresponde. Ello exige unidad de fuerzas, de una respuesta en clave de pueblo a Madrid. Hemos de responder de forma aglutinante a la brutalidad de la sentencia y a todos los intentos de boicot. Con más pueblo.
  Nuevas condiciones se han generado en Euskal Herria. Nuestro pueblo esta dando un enorme impulso para recorrer el camino hacía la democracia, para que los derechos que, como pueblo, nos corresponden sean admitidos y respetados. Esta sentencia demuestra la necesidad de seguir profundizando en este camino, de articular políticamente esa mayoría y de avanzar como pueblo. No hay sentencia que pare esta fuerza popular. La Izquierda Abertzale no va a fallarle a su pueblo. Y ninguna detención, juicio o sentencia va a sacarnos del camino emprendido.
  Para finalizar, queremos decir alto y claro que las personas hoy condenadas han de estar en la calle, libres, implicadas en la lucha de nuestro pueblo y en el proceso de soluciones. La Izquierda Abertzale quiere manifestar que Madrid no lograra imponer su falta de voluntad a la voluntad de soluciones de nuestro pueblo, ni con esta sentencia ni con ninguna otra. Quisiéramos terminar con una frase utilizada por Arnaldo Otegi en la Audiencia Nacional: Que nadie abandone este camino, porque vamos a ganar.