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Estados Unidos privatiza la guerra y la “subversión democrática”.

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Arrestados en Egipto agentes del Instituto Republicano Internacional (IRI) norteamericanojean_guy.jpg

Jean-Guy Allard

  La prohibición de salir de Egipto presentada al director del Instituto Republicano Internacional (IRI) y media docena de cuadros de ONGs norteamericanas por las autoridades de este país árabe ha proyectado a la luz pública el papel de injerencia, de infiltración y de espionaje de esta organización, cuya fachada de “promotora de la democracia” ya se derrumbó.
Tanto se preocupó el Departamento de Estado norteamericano por la decisión de Egipto, que se ha atrevido a tocar su personal de inteligencia, que ordenó a los interesados refugiarse en su Embajada y amenazó de inmediato con reconsiderar la aportación anual de 1.300 millones de dólares (990 millones de euros) en ayuda militar a este país.
  Las autoridades egipcias acusan a los “sospechosos” de haber financiado protestas antigubernamentales de algunos grupos buscando provocar los cambios que convienen a Washington.  Los agentes detectados tienen prohibido salir del país mientras se desarrolla la investigación que empezó con una reveladora ‘redada’ en las oficinas del IRI en diciembre del pasado año.
  De unos 22 millones de dólares disponía el Instituto Republicano Internacional (IRI), la ONG del Partido Republicano de EEUU vinculada a la CIA, en la operación de desestabilización que llevaba en Egipto impulsando grupos “pro democracia” que defienden “cambios” convenientes a los intereses norteamericanos. Un mecanismo de subversión aplicado con métodos similares a todas las regiones del mundo, y en particular a  América Latina.
  “Tanto como en Estados Unidos la privatización de la guerra se ha hecho un inmenso negocio, también ha sido el caso con la privatización de la subversión, o mejor conocida como la ‘promoción de la democracia’. Estos grupos, como el IRI y las llamadas ONG que financian en más de 70 países a nivel mundial, forman parte de una gigantesca telaraña imperial que genera millones de dólares en ganancias anuales; ganancias que son al costo de la sangre, muerte y violación de la voluntad de los pueblos en países soberanos”, señala Eva Golinger, abogada e investigadora venezolano-americana.  
  usaid.jpgAshraf El-Ashmawy, el juez encargado de investigar a las ONG’s presentes en Egipto y financiadas desde el exterior con fines subversivos, publicó domingo 5 de febrero, un comunicado –reproducido por el diario Al-Ahram– en el que publica los nombres de los 29 extranjeros y 14 egipcios inculpados en la espectacular operación ordenada por las autoridades judiciales egipcias.iri.jpg
Según el texto, los agentes de algunas ONG’s extranjeras son acusados de establecer supuestas organizaciones de “derechos humanos” en Egipto sin permiso alguno de las autoridades del país. “Estas organizaciones preparan informes que son luego enviados a EEUU”, precisa. “También dan entrenamiento a personal de partidos políticos egipcios y apoyan a ciertos personajes políticos en elecciones tanto parlamentarias como presidencial para servir intereses extranjeros”.

JEFE DE LA ESTACIÓN DEL IRI

  Los cuadros estadounidenses de lo que constituye una verdadera conspiración, son encabezados por Sam LaHood, jefe de la estación IRI y nada menos que el hijo del Secretario del Transporte de Estados Unidos. Otros de los extranjeros son de nacionalidades alemana, noruega, serbia, palestina, jordana y egipcia.
  Los colaboradores egipcios son identificados como Ahmed Shawky, Ahmed Abdel Aziz, Ahmed Adam y Essam El-Borai, todos empleados por el IRI; Mohamed Ashraf Omar, Raghada Said, Hafsa Maher and Ahmed Morsi, del NDI, el equivalente del IRI por el Partido Demócrata; Mohamed Abdel Aziz, Gamal Akeel y Bassam Mohamed Ali, de la ultraderechista Freedom House – conocida por sus operaciones en Cuba - y Yahia Zakaria y Islam Shafik, del  American Centre to Support Journalists.
Los presupuestos de cada organización, descubiertos en redadas realizadas en diciembre de 2011 por los órganos de contrainteligencia, alcanzan 22 millones de dólares en el caso del IRI; 18 millones, en el del NDI; 23 millones en el del International Journalists Centre (IJC); y 5 millones en el del “Centro Alemán” (sin dudas el Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS) de la Unión Demócrata Cristiana); consagrados a “desestabilizar Egipto” y a redactar informes para intereses foráneos, reporta Al Ahram. El caso judicial se inició en diciembre, cuando la policía allanó las oficinas de varias ONG’s en El Cairo.
  la-primavera-revolucionaria-de-oriente-proximo-mapa-de-las-revoluciones-en-marcha1.jpg Los arrestos de El Cairo han sembrado el nerviosismo en Washington, tanto en el Departamento de Estado como en la llamada “comunidad de inteligencia”, donde se considera que los agentes norteamericanos tienen la vía libre en cada rincón del mundo para realizar amplias operaciones de injerencia, a golpe de millones, beneficiándose de privilegios imperiales.
Washington ha reiterado, tanto a través de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, como del secretario de Defensa y ex Jefe de la CIA, Leon Panetta, que la “persecución” de sus agentes podría provocar una congelación de los fondos de ayuda a Egipto. El país debe recibir este año 1.100 millones de euros, destinados casi íntegramente al apartado militar. “Estamos profundamente preocupados por estos informes y buscando una aclaración por parte del gobierno de Egipto”, dijo el portavoz del Departamento de Estado Mark Toner.

EL GRAN NEGOCIO

  Los servicios de inteligencia norteamericanos y europeos son omnipresentes a través de toda América Latina bajo la fachada de esta misma ONG’s y de otros organismos, interviniendo en la vida política nacional siempre a favor de los intereses del Norte y de la oligarquías locales asimiladas.
El problema ha sido enfrentado en los últimos años, en particular en los países del ALBA, donde se ha denunciado las actividades subversivas antigubernamentales subsidiadas desde el exterior a golpe de millones.
  El caso de estas ONG estadounidenses y europeas acusadas por Egipto de intentar desestabilizar al país “pone al descubierto de nuevo la estrategia de Washington de utilizar las ONG como fachadas para lograr un cambio de régimen favorable a sus intereses”, subraya Eva Golinger, autora de varios libros sobre la injerencia.
La investigadora añade: “Esta estrategia, que hemos visto repetida y reutilizada en las llamadas ‘revoluciones de colores’, en Europa Oriental, y en los golpes de estado del siglo XXI en América Latina -todos orquestados por Washington- se ha convertido en un gran negocio. Cada año, el Departamento de Estado reparte millones de dólares de los fondos públicos estadounidenses a la USAID, la NED, el IRI, la NDI, Freedom House y otras organizaciones con nombres benignos y caras ocultas, para promover su agenda a nivel mundial, encubierta en la fachada de una ONG que trabaja en pro de los derechos humanos. En realidad, estas organizaciones promueven solo los intereses de la elite estadounidense y su sed insaciable para dominar al mundo”.
  El IRI tiene “una historia particularmente sucia en América Latina, dada su abierta participación en el golpe de estado contra el Presidente Hugo Chávez en Venezuela en abril 2002”, señala la especialista. En aquel momento, el presidente del IRI, George Folsom, envió una carta aplaudiendo el golpe y reconociendo que gracias al apoyo del IRI, habían tenido éxito: “El Instituto ha servido de puente entre los partidos políticos de la nación y todos los grupos de la sociedad civil para ayudar a los venezolanos a forjar un nuevo futuro democrático... Estamos dispuestos a continuar nuestra asociación con el valeroso pueblo venezolano”, La carta del presidente del IRI está fechada del 12 abril 2002.
“El IRI también tuvo un papel principal en el financiamiento y la asesoría de los grupos, partidos y organizaciones involucrados en los golpes de estado en Haiti, en 2004, y Honduras, en 2009”, continua Golinger. “Desde entonces, su dinastía se ha expandido por toda la región y el resto del mundo, convirtiéndose en una de las principales entidades financiadoras de los agentes de Washington a nivel internacional”.
  En Venezuela, las denuncias sobre ese financiamiento desestabilizador fueron escuchadas por las autoridades, y a finales del 2010 fue aprobada la Ley de Defensa de la Soberanía Política y la Auto-Determinación Nacional, prohibiendo y sancionando el financiamiento externo para fines políticos en el país.

UN SUBPRODUCTO DEL APARATO DE INTELIGENCIA

  El periodista e investigador Mark Weisbrot resume en The Guardian Unlimited, de Londres, las características del IRI, oficialmente la agencia de ayuda internacional del derechista Partido Republicano estadounidense. Una organización encabezada por nada menos que por John McCain, ex candidato presidencial. Este mismo que, siendo oficial de la US Navy, vivió frente a las costas de Cuba la Crisis de los Misiles, listo para abrir el fuego.
  mujersaharaui.jpgEn su análisis, Weisbrot señala que cualquiera con la paciencia de tragarse frente al televisor un discurso de un candidato republicano se convence rápidamente de que el IRI puede tener cualquier objetivo menos promover la democracia. “¿Quién sabe lo que está haciendo el IRI en Egipto?”, se pregunta el periodista, antes de señalar: “Pero sí sabemos lo que el Gobierno de EEUU hacía ahí”, cuando apoyó el gobierno Mubarak hasta que su caída se hizo inevitable.
  Inspirada por Ronald Reagan, quién reclamaba en 1982 la creación de un instituto que desarrollaría una “cruzada para la libertad”, el IRI fue fundado en 1983 por ideólogos republicanos y recibió de entrada una abundante financiación. Como su contraparte del Partido Demócrata, el Instituto Nacional Demócrata (NDI), el IRI es uno de los mayores beneficiados de los subsidios de la USAID y de la National Endowment for Democracy (NED), una organización creada para desarrollar “públicamente” actividades que la CIA realizaba de manera oculta.
  En América Latina, son numerosas las muestras de su actividad injerencista. En 2002, en Venezuela, el IRI se dedicaba a engrasar descaradamente a distintos grupos antichavistas. El IRI participó activamente en operaciones de apoyo al golpe de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez.
  En los meses anteriores al secuestro del líder bolivariano, el IRI mantuvo un puente aéreo entre Caracas, Miami y Washington, enviando politiqueros, líderes sindicales y comunitarios corruptos a Estados Unidos para reunirse con organizaciones de la extrema derecha y establecer contactos con oficiales del Departamento de Estado.
Financió a Primero Justicia, el actual partido del delincuente Capriles Rodonski, cómplice del asalto a la Embajada de Cuba, y luego denunciado e inculpado por el Fiscal Danilo Anderson, cobardemente asesinado. Hasta finales del 2010, cuando se prohibió por ley este tipo de actividad, la USAID mantuvo oficinas del IRI y del NDI en Caracas. Recurre desde entonces a la Oficina de Iniciativas hacia una Transición (OTI) para sustituir clandestinamente a estas seudo ONGs.
  iran_iraq_war.jpgEl presidente ejecutivo del IRI, George Folsom, con toda su arrogancia imperialista, celebró el golpe, como ya hemos visto, en un comunicado en el que se jactaba abiertamente de que su organización había “servido de puente” para estimular a los partidos políticos y a los demás grupos implicados en esa acción profundamente antidemocrática.
En 2004, en Haiti, el representante del IRI, Caleb McCarry, dirigió el complot golpista contra el presidente Aristide. Lo hizo con la intermediación de Stanley Lucas, un delincuente político vinculado a la dictadura de los Duvalier, cuya familia participó en la masacre de 200 campesinos. El IRI arregló entonces la operación, montada con una tropa de mercenarios y supervisada por la CIA, que terminó con la expulsión del presidente haitiano de su propio país. Ex funcionario de la oficina de Jesse Helms, McCarry fue luego designado para administrar el Plan Bush de anexión de Cuba.
  En 2005, el IRI fue denunciado en Brasil por su implicación en una operación para cambiar las leyes electorales del país y así debilitar el Partido de los Trabajadores del presidente Lula da Silva.
  En 2009, un golpe encabezado por Roberto Micheletti expulsa brutalmente del país al presidente Zelaya y promueve elecciones supuestamente democráticas, cuya organización es de inmediato apoyada por el IRI que actuará de “observador” en el momento de los comicios. Eva Golinger señala que el IRI recibió más de 1,2 millones ese año para trabajar con determinados grupos políticos en Honduras. Su tarea consistía en dar apoyo a “think tanks” y grupos de presión para influir en los partidos políticos y sostener “iniciativas destinadas a promover posiciones políticas durante la campaña electoral”. “Un ejemplo claro de intervención en la política interna de Honduras y una prueba del financiamiento de estos grupos involucrado en el golpe por la NED y el IRI”, concluye la investigadora.  
  En Cuba, la trayectoria del IRI es interminable. Año tras año, se ha garantizado una buena ración de los millones con los cuales Washington cree llegar a destruir la Revolución cubana. De los cerca de nueve millones que se regalaron en septiembre último a nueve “contratistas”, el IRI recibió 693.069 dólares, para enseñar su versión edulcorada de la “democracia” a los cubanos. A través del IRI, el gobierno norteamericano paga su mano de obra contrarrevolucionaria, entre otras cosas otorgando “premios” a las figuras de la “disidencia” encargada de dañar la imagen de Cuba  en la prensa extranjera. El IRI apadrinó a organizaciones tales como Reporteros sin Fronteras y People in Need en sus campañas anticubanas. En la Isla, el IRI financió y sigue apoyando groseras operaciones de injerencia y sirve de pantalla a la CIA en su búsqueda de información estratégica.

EL DINERO DEL CONTRIBUYENTE, A LOS TIBURONES

  La lista de los países víctimas de las conspiraciones del IRI, tanto en América Latina como en el resto del mundo, es enorme. Lo que se revela en Egipto no es más que una muestra del mecanismo desarrollado en todas las regiones del mundo donde los intereses imperiales los necesitan. Los millones de dólares que se emplean en estas actividades provienen en gran parte del contribuyente norteamericano – sofocado por la crisis -. El IRI los riega anualmente entre las organizaciones subversivas que genera, alentándolas a desestabilizar gobiernos legítimos.  En nombre del desarrollo económico, de la ayuda humanitaria y de los derechos humanos.
  Además de los fondos del Departamento de Estado, de la USAID y de la NED, el IRI recibe generosas contribuciones de grandes corporaciones, entre ellas multinacionales tan famosas como las petroleras Chevron, ExxonMobil y BP, las transnacionales de las comunicaciones AT&T y Bell-South, el holding de cervecerías Anheuser-Busch (vinculado a la esposa de McCain), y el gigante de la aeronáutica Lockheed Martin. También de la proveedora de mercenarios Blackwater, alias “Xe Services LLC”. Mucho más conocida por sus crímenes que por la “promoción de la democracia”.